
El mastering es casi como una ciencia oculta... Al menos para mi. Prácticamente todos los intentos que he hecho de masterizar algo, han acabado estropeando la mezcla, por lo que el mastering lo reduzco a lo imprescindible y necesario para que suene compacto y lo más alto posible, sin perjudicar la dinámica. Mi cadena de mástering es, por tanto bien sencilla. Consiste en un EQ y un limitador. Poco más.
Es por esto que, cuando vi hace pocos días el artículo en Pelota de Playa Records, recomendando un software autónomo (no es plugin, sino un programa independiente), llamado AAMS (Auto Audio Mastering System) capaz de tomar una o varias pistas wav, analizarlas y masterizarlas, según unos parámetros, no lo podía creer. Si además de eso, el programa es donationware (gratuito, pero invita a hacer una donación), simplemente no podía dar crédito. Y cuando no puedo dar crédito a algo, suelo ponerme manos a la obra, y probar las cosas por mi mismo.
Para esta prueba (audio insertado al final del post), procedí de la siguiente manera: