No entraba en mis planes inmediatos probar la última versión de Ubuntu, y menos la de 64 bits. Pero el otro día grabé la imagen ISO que descargué de la web de la distribución, con la idea de probarlo más adelante, en un disco físico en el amd64.
Pues se me olvidó sacarlo de la bandeja del CD-Rom, y ayer, cuando encendí el ordenador, no me acordaba que estaba ahí, y arrancó el live CD de Maverick Meerkat. Y me dije, pues ya puestos, le echo un vistazo.
Pocos minutos después del arranque carga un escritorio muy simple. La única notificación que me hace, la disponibilidad de redes inalámbricas, es en inglés:
No tarda en cargar una ventana que me permite elegir el español como idioma, y en preguntarme si quiero instalar o probar... De momento sólo probar, gracias:
Si queréis ver qué pasa si se le da al otro botón, podéis ver un vídeo aquí.
Otros pocos minutos después ya aparece el escritorio de Gnome, tal como saldría en el caso de instalarlo nativamente. Mi impresión al verlo es bastante buena:
Quería estar seguro de que se trataba, efectivamente, de Ubuntu 10.10 Maverick. Y así es:
Ya había leído sobre las críticas que ha recibido por colocar los botones en el lado izquierdo de las ventanas. Yo no tardé demasiado en acostumbrarme a esa nueva ubicación.
Lo primero que hago es probar la red inalámbrica. Llevamos muchas versiones seguidas de Ubuntu sin problemas con el wifi...
...Y de momento la buena racha continúa:
El navegador por defecto sigue siendo Firefox. Se me olvidó ver qué versión tiene, pero es de suponer que la actual a día de hoy. La página de inicio es una particular versión ubuntera de Google:
Tanto había leído sobre el famoso Centro de Programas de Ubuntu, que tenía curiosidad por saber si mi programa favorito para instalar paquetes sigue ahí... Y sí, ahí sigue estando Synaptic:
No quería entretenerme mucho y fui al grano: instalé lo necesario para trabajar con audio en baja latencia -Jack y compañía-. Durante la instalación me salió este mensaje:
Es algo que se ha podido hacer siempre de manera manual, editando el archivo audio.conf, pero es una novedad con la que han facilitado a los usuarios el trabajo. Marqué la casilla, por supuesto.
A todo esto, me pregunto si la posibilidad de trabajar con Jack en tiempo real con un kernel normal, ¿hace innecesario un kernel optimizado para audio? Eso tendré que averiguarlo otro día.
Damos por finalizada la sesión, apagamos, y Ubuntu nos indica que saquemos el CD, cerremos la bandeja y le demos a la tecla enter:
Otro día, si se puede, más.
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